En sus colores fetiche: plata, azul noche y negro, Giorgio Armani despliega su elegancia sobre la pasarela
Hablar de Giorgio Armani es sinónimo de absoluta elegancia. En esta colección, Mr. Armani ha comenzado con una paleta gris perla, que nos habla de la noche, iluminada por el magnético brillo de la luna. La superposición de prendas crea un ritmo preciso, dinámico, dibujando unas siluetas fluidas en pantalones, blazers y tops. Éstas se combinan con sencillos tocados geométricos, bolsos de mano y zapatos oxford.
Un delicado estampado acuarela, en tonos muy suaves pinta los vestidos, que se superponen a pantalones y se completan con sandalias planas en color plata. Poco a poco, las líneas se van ciñendo más al cuerpo, sin atraparlo nunca por completo, incorporando estampados gráficos en sutiles turquesas.
Con la llegada de los shorts blancos, junto a sencillas chaquetas y bolsos de inspiración deportiva, se produce un impás, un momento más relajado que se verá matizado con la irrupción de negro y el azul noche. Éstos son los colores de Armani por excelencia, y hace uso de ellos en todo tipo de prendas, siempre con un halo minimalista muy presente. Los pantalones palazzo, con largo al tobillo, combinan franjas mate con otras brillantes, así como los vestidos confrontan su brillo obtenido gracias a miles de cristales bordados, con la ligereza de los pantalones sobre los que se ubican.
Los puntos de luz sobre estos oscuros y elegantes lienzos que son las prendas de Giorgio Armani, se consiguen gracias a toques en gris plata que salpican los diseños, a modo de estrellas en un cielo nocturno. Así es el universo inagotable de Armani.
Una delicada feminidad se abre paso a través de trajes de chaqueta tan ligeros y vaporosos como los vestidos que, en su versión corta, se combinan con pantalones. En cuanto al color, la elegancia de los acabados satinados declina el azul en toda su gama cromática: del pastel, pasando por el malva, hasta el azul marino casi negro, tan oscuro como la noche. Porque las últimas creaciones del maestro Armani están dedicadas, precisamente, al firmamento, con sus estrellas y nebulosas que salpican, con 'paillettes' o con estampados difusos, sus diseños en clave sofisticada. Las cabezas, tocadas por un casquete que cae sobre la frente; en la mano, predominan las carteras y los 'clutch' y en los pies, mocasines, 'sleepers' y sandalias; accesorios que acaban de rematar una colección impecable
