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jueves, 27 de diciembre de 2012

Lady retro


Jackie Kennedy y Audrey Hepburn suspirarían ante este conjunto de accesorios. Lo retro se lleva en pequeñas dosis

 
Bolsos XL de asas rígidas con carteras en perfecta sincronía, sombreros de corte lady en negro o azul klein, pañuelos monocolor o estampados de inspiración vintage, un cinturón de piel natural con hebilla dorada y unos guantes de cuero forrados de pelo por dentro con un coqueto lazo. Cada accesorio inspira un universo retro, una historia de romance o de intriga, pero de estilo ante todo.


Unos guantes esconden la nívea piel de una bella dama con unas enormes gafas bajo un sombrero azul klein. El bolso rígido de asas que porta colgado de un brazo, deja entrever una cartera rectangular de piel de serpiente marrón. Ella, coqueta, se atusa el pañuelo que lleva anudado a su cuello y se dispone a cruzar una enorme avenida plagada de tiendas con inmensos escaparates con un tráfico ensordecedor.
Podría ser un día cualquiera de los años 50's, el comienzo de una película de Hitchcock o la vida secreta de una Jackie O. en el anonimato. Sea cual sea la escena siguiente –terror, suspense, romance o una simple tarde de shopping–, los accesorios acompañan a la protagonista como una segunda piel. Ella sabe que son parte de su exquisita feminidad y que sin ellos, su look no está completo.
En pleno siglo XXI, la moda es bien distinta: cazadoras biker, minifaldas, botines con cuña, blazers oversize, vaqueros skinny... Looks que destilan modernidad pero que definen su estilo a través de los accesorios. Lo retro es tendencia y encuentra en bolsos, carteras, sombreros, pañuelos y guantes, sus perfectos embajadores.

 Estos objetos de deseo, a la venta en El Corte Inglés, se colarán en tu armario de otoño y formarán parte de tu look diario. Sofistícalo, dale un giro ladylike y cruza la calle como una dama 2.0.


 Unas entradas de cine, billetes, monedas, varias tarjetas, fotos de carnet que traen a la memoria miles de recuerdos, una nota escondida entre recibos y billetes de tren... Carteras que son como universos en tu mano y solo para ti. Cartera marrón de piel efecto serpiente (20 €), de piel marrón de Guy Laroche (85 €) y de piel en rojo vino (30 €). Todos a la venta en El Corte Inglés.



Poderosos colores que se entremezclan como el azul klein de este sombrero o el rojo anaranjado de esta bandolera con cierre vintage. El otoño pide a gritos este maravilloso derroche tonal. Sombrero de fieltro con cinta de terciopelo azul (24 €) y bandolera naranja con cierre vintage (99 €). Todo a la venta en El Corte Inglés.
 
 
 
Detalles lady que importan y mucho: el lazo que enmarca los guantes de piel con pelo por dentro y la flor que adorna el sombrero de fieltro negro. Sombrero de fieltro con flor negra (24 €) y guantes de piel (40 €). Todo a la venta en El Corte Inglés.
 
 
 
Un cierre de estética vintage es todo lo que necesitas para guardar, de forma segura pero muy coqueta, todo aquello que necesitas tener cerca. El burdeos se apodera del otoño y el asa rígida confiere severidad a este bolso que te acompañará siempre. Bolso burdeos (165 €). A la venta en El Corte Inglés.




El dorado y el marrón son clave en este universo retro. Un cinturón es el elemento perfecto para mostrar la simbiosis única entre ambos materiales y disfrutar del contraste más buscado de la estación. Cinturon de piel (36 €). A la venta en El Corte Inglés.




Añade a tu armario un accesorio tan especial como éste: un bolso gris marengo con una textura que destaca por encima de las demás. Los tejidos invernales se trasladan también a los accesorios en un guiño propio de la temporada. Bolso gris (115 €). A la venta en El Corte Inglés.

 

 

 

 

 

Esto es Saint Laurent


De Saskia de Brauw a Anja Rubik. De Kate Moss a Gwen Stefani. Así se lleva y se encarna el trabajo de Hedi Slimane


Que la música puede cambiar la vida de las personas es algo que puede ser a hipérbole si no se ha experimentado. Pero lo cierto es que hay existencias que quedan marcadas para siempre por la causa y efecto de una canción, de un disco o de un artista. Cuando eso sucede es como si esa persona hubiera sido impactada por un rayo, la electricidad recorriera su cuerpo y se quedara activa dentro de él para siempre. Sus gestos irán para siempre acompañados por pequeñas descargas y esa persona se convertirá en eléctrica, así como sus actos será electrizantes. Con la música pasa exactamente así. Una canción que, de pronto, establece una conexión inesperada y brutal con quien la escucha. Un disco que parece contar con cada uno de sus temas todo lo que le importa a quien lo ha puesto. Un músico que representa la perfección para quien lo admira.

Con Hedi Slimane sucede así. Todo lo que le rodea y todo lo que toca está cargado con la electricidad de la música. Su mirada, sus fotografías, sus poses, los personajes que retrata y, por supuesto, la ropa que diseña. Tiene el don de convertir en estrella de rock a todo el que retrata. También tiene el don de diseñar la ropa que las estrellas de rock quieren llevar. Y, a la vez, tiene el don de crear prendas que convierten al que las lleva en una estrella de rock. Él es la banda sonora. Él es el rayo.

Fue así en su etapa en Dior Homme, durante la que dibujó la silueta del rock más sofisticado y más cool. Los pantalones pitillo más pitillo del mundo, las americanas más entalladas, las camisas blancas más perfectas y con la mayor intención jamás imaginada. Ellos querían vestir de Dior Homme, ellas también. En ambos sexos cobraba un significado pleno y diferente. También ha sido así en la etapa que permaneció alejado del diseño de moda y entregado en cuerpo y alma a la fotografía. Las imágenes de las primeras filas del festival de Benicàssim, los retratos a Courtney Love y a Frances Bean Cobain, las fotografías de los chicos más guapos del mundo que fuman vestidos con vaqueros y camiseta blanca, las de Natasha Poly, las de Arizona Muse, las de Agyness Deyn. Las de Los Ángeles, su cielo y las palmeras que le hacen cosquillas con sus hojas.

Y ahora es así en Saint Laurent. Empezó en la tipografía del nuevo nombre que eligió para la mítica firma. Continuó con las imágenes que fue dosificando en el juego de misterio de moda más genial del último tiempo –como la de los brazos tatuados del cantante de Girls– y se ha materializado de una forma vibrante y emocionante con la sesión de Anja Rubik y la Saskia de Brauw con las piezas de la primera colección que presentó en París. Anja convertida en una poderosa afrodita del rock en habitaciones palaciegas, reinventando las posibilidades de un backstage. Saskia convertida en Yves Saint Laurent –casi literalmente– posando para la campaña masculina con las prendas que todas las estrellas del rock van a volver a querer porque quien las lleva se convierte, instantáneamente, en una de ellas.

Las primeras en llevar las prendas y accesorios de la colección de primavera/verano 2013 de Saint Laurent han sido, por supuesto, estrellas del rock. Courtney Love, Gwen Stefani –sí, hace pop para las masas. Pero ella es tan rock que suelta chispas–, Kate Moss. Después de su desfile muchos hablaban de la influencia de Anita Pallenberg, la mayor groupie de la historia del rock, en los looks que acababan de ver sobre la pasarela. Pero su sucesora estaba en primera fila. Sí, Kate Moss. Ella, que siempre ha dicho cuánto le gusta y le ha influido Anita, encarna su espíritu salvaje. Y parece que para ella ha sido diseñada esta colección. Para ella y para las mujeres que aman Los Angeles y que con su paso captan su lado más oscuro. Hedi Slimane es el rayo que todo lo electrifica. Él es la banda sonora. Y esto es hoy Saint Laurent.

 
Solo cuatro días después de que Hedi Slimane presentara en París su primera colección ready-to-wear, llegaron estas imponentes imágenes de Anja Rubik –a la que había fotografiado en marzo de 2012 para Vogue Japón– mostrando la colección. No se trata estrictamente de una campaña publicitaria, Hedi Slimane las utilizó para ilustrar el relanzamiento de ysl.eu





Mientras medio mundo de la moda se hacía cruces por el atrevimiento de Slimane en cambiar el legendario nombre, otro medio se emocionaba por el espíritu renovador –y un poco punk– de Slimane y todos a la vez buscaban claves casi masónicas en las nuevas iniciales.



París temblaba el dos de octubre de 2012, del mismo modo en que tembló la pasarela cuando unos gigantescos altavoces se desplegaron en el techo y empezó a sonar una versión de quince minutos de Daft Punk sobre temas de Junior Kimbrough. Sobre ella, las obsesiones de Hedi Slimane reinterpretadas bajo el filtro Saint Laurent: el color negro, los cazadoras de cuero.
 
 
 
 
 Si el witch house fue el género musical que hizo emocionante a 2011, el witch rock de Hedi Slimane ha sido la banda sonora de 2012. Los (deseables) sombreros de ala híper ancha con el que tocó a sus modelos, los vestidos vaporosos de inspiración 70's, y la mirada de las modelos eran una invocación a un aquelarre de brujas moderno tan cool como hipnótico.
 
 
 
El negro absoluto fue el color que marcó el desfile y con el que se recordará la primera colección de Hedi Slimane para Saint Laurent, pero salidas como ésta hicieron recordar a los cronistas que el espíritu 70's de Fleetwood Mac –sí, la música de nuevo– sobrevolaba la inmensa habitación.