En su segundo trabajo para la firma, Raf Simmons retoma el homenaje a Monsieur Dior que ya vimos en su colección de Alta Costura. Las siluetas femeninas, con gran volumen en la falda, y los estampados florales rinden tributo al maestro, mientras las asimetrías que nacen del costado, o del peplum, en dos colores son marca del diseñador. La propuesta alberga una gran variedad de creaciones: desde el clásico esmoquin, acompañado únicamente por un pañuelo atado al cuello, a los originales diseños con destellos irisdiscentes capaces de recrear el fuego o la electricidad.
París se detiene, una de las citas más esperadas de la semana ha llegado. Dior y su recién llegado Raf Simons, unen el legado de la casa con los nuevos dictados del diseñador, que bucea en la colección Trapèze de Yves Saint Laurent para la maison sin dejar de evocar la maestría de monsieur Dior
Raf Simons debuta en el prêt-à-porter de Dior tras su primera colección de alta costura en la maison. Con un legado como el que ha recibido Simons, por parte de una de las casas con más historia del mundo de la moda, las referencias a sus clásicos son de lo más esperadas. Sin embargo, y aunque en la base esté presente Monsieur Dior, el joven Yves Saint Laurent que tomó las riendas de la firma cuando el maestro murió, ha tenido también un cumplido homenaje por parte de Simons, -sin perder las líneas que popularizó Christian Dior-.
La oda al smoking no puede ser otra cosa más que un guiño a Saint Laurent y a su inspiración masculina a la hora de vestir a la mujer, aunque las chaquetas presenten cierto volumen en las caderas como reminiscencia de la silueta Bar dioresca. Pero sin duda, la mítica colección Trapèze de Yves ha sido rescatada en las siluetas de los diseños de Raf Simons, en sus vestidos palabra de honor que se abren en A desde su comienzo, -y que evocan a su vez la silueta "A" de Christian Dior- en las rayas que los han adornado y en los estampados de grandes flores tornasoladas, que parecían arder. Sin embargo, estas últimas salidas, compuestas por voluminosas faldas de seda combinadas con minimalistas suéters de cashmere negro, sí traen de vuelta el New Look de Christian Dior, -tantas veces reinterpretado-, sólo que tamizado por los estampados de Yves, y con el aire sofisticado que aporta Raf a todo lo que toca. Éste, en su afán de rescatar todas las líneas de la casa, muestra también algunos ejemplos de la silueta en H, suelta y sencilla, que ideó Dior tras popularizar las líneas Corolle y A.
En el color rosa, está Monsieur Dior, en el amarillo Raf Simons, y en la mezcla de rosa y rojo está Yves. Es una unión perfecta de los códigos clásicos de la casa con esta nueva era que ha desatado Simons, y que no tiene vuelta atrás. Como ya vimos en su primera colección de alta costura, el recién llegado apuesta por la superposición de vestidos tail hem sobre pantalones de impecable corte, así como de tops drapeados sobre shorts negros. Y, de la misma manera que unos delicados velos adornaban la sala, los vestidos de noche, con brillantes aplicaciones, se cubren con tul y gasa transparentes, cubriéndolos de misterio y sofisticación.
El chic francés se recrea en forma de pañuelos al cuello, zapatos metalizados y delicados bolsos de mano que acompañan sutilmente a las prendas. Sutilmente, esa es la clave. Nada es forzado ni excesivo, como si todo se hubiera medido con mimo y cuidado, para elaborar una colección que sopla nuevos vientos para la maison, sin renunciar a su incomparable ADN. Y así, Raf Simons, ya es indiscutible.
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