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lunes, 8 de octubre de 2012

Arte en la pasarela, por Louis Vuitton

Marc Jacobs ha vuelto a idear uno de esos shows que trascienden la moda, pues el arte se solapa con ella de la mano del artista Daniel Buren. Así ha sido la espectacular puesta en escena de Louis Vuitton



Con el estampado damero como protagonista, Marc Jacobs ha ideado para Louis Vuitton una colección que nos sumerge en lo mejor de los sesenta. Como es habitual en sus desfiles, la escenografía es parte vital del show, y en este caso ha sido obra del artista Daniel Buren, como homenaje a su instalación Les deux plateaux en el Palais Royal. Así, las modelos han caminado por la pasarela cual columnas vivientes, descendiendo desde unas enormes escaleras mecánicas -que traen a nuestra mente los desfiles de Rei Kawakubo-, hasta llegar a una pasarela invadida por los cuadros.

Éstos mismo se aplican a las prendas, que tienen una gama cromática absolutamente luminosa. Un potente amarillo y un verde encendido se ven matizados por el blanco, negro, gris y un precioso tono chocolate. El recital de cuadros se pinta en prendas como faldas largas, pantalones sesenteros, vestidos baby doll, monos, abrigos y crop tops.

Sin embargo, hacia la mitad del desfile el damero de Jacobs se retira por un momento, dejando paso a un estampado de enormes flores, que decoran unos livianos pantalones de seda, tops de formas limpias y abrigos de cortes rectos. Todo esto siempre acompañado de cintas en el pelo, pequeños bolsos de mano -sin el monogram, pero con sus míticos cuadros haciéndose eco del decorado- y zapatos de afiladas puntas con tacones rectangulares. Pero los cuadros vuelven a recoger el testigo, jugando esta vez con las transparencias.
Finalmente, el desfile concluye con dos salidas en negro, un vestido y un traje que se salpican de un intenso brillo, para dar paso a un mono y un vestido en amarillo, que vuelven a traer la luz a la pasarela. El cierre, con todas las modelos en las escaleras mecánicas ha sido espectacular, un golpe cromático lleno de fuerza visual, que no olvidaremos fácilmente.

Elie Saab viste a la mujer

 El diseñador libanés vuelve a revelarse como el creador que mejor entiende la anatomía femenina. Desde looks de oficina al vestido de noche de tus sueños, la mujer Saab siempre está perfecta


Elie Saab viste a las mujeres de princesas, nos hace soñar con vestidos resplandecientes y vaporosos. Pero, en su última colección, las princesas se han vuelto más modernas que nunca, han adornado sus cuentos con estampados multicolores y se han pasado al lado de las transparencias.

El comienzo ya indicaba que Saab estaba pensando en una mujer urbana, impecable, sí, con unas prendas exquisitas, pero pensadas para hacer brillar cualquier outfit de trabajo. Camisas que se abotonan por completo, prácticos pantalones y faldas lápiz en azul klein, turquesa y nude. Pero tras ellas, este look de oficina tan chic ha dado paso al lado más colorista del libanés. De hecho, pocas veces vemos en sus desfiles estampados tan luminosos, con pinceladas de miles de colores, delimitadas por grandes franjas negras. Esta propuesta adorna vestidos de faldas volátiles, que han dejado paso a la reaparición de la silueta tubo en un rojo lleno de energía.

Trajes blancos, minivestidos negros, shorts bordados... y tras ellos, esas prendas que esperamos de Saab, pero que a la vez siempre consiguen sorprendernos y se convierten en objeto de deseo. Deliciosos vestidos de noche en azul klein,fucsia, turquesa, chocolate o negro, en los que las transparencias y el encaje juegan con la anatomía femenina hasta hacerla brillar. Porque, si hay alguien que sabe cómo quiere sentirse una mujer cuando se pone un vestido, ese es, sin duda, Elie Saab.

The Sartorialist llega a Barcelona de la mano de Loewe

Después de su éxito en Madrid, la exposición de Scott Schuman llega a la galería Loewe de Barcelona. Podrás ver las fotografías de su nuevo libro hasta el 1 de noviembre


Las imágenes de Scott Schuman son las reinas por excelencia del streetstyle, y como tales se recogen en su libro The Sartorialist: Closer. Ahora, tras su paso por Madrid bajo el amparo de PhotoEspaña, tendrás la oportunidad de contemplarlas una vez más, en la Galería Loewe de Barcelona - en el Paseo de Gracia 91- hasta el 1 de noviembre.

Schuman inmortaliza el estilo, recogiendo cada peculiaridad de sus retratados, aquello que les hace especiales. Es por eso que sus fotografías han alcanzado la categoría de objeto de culto en el mundo de la moda, que una vez más, forma un todo indivisible con el del arte.

Pero hay más, porque Scott Schumann estará firmando ejemplares de su libro el próximo sábado 6 de octubre en la Galería Loewe -de 11,00 a 14,00 h-, así que ya tienes plan para el fin de semana.

Y para ir abriendo boca, puedes entrar en
The Sartorialist para ver cómo ha retratado Schuman lo mejor de la Semana de la Moda de París.

El baile de Carine Roitfeld y MAC

Carine Roitfeld y MAC saben cómo despedir la Semana de la Moda de París por todo lo alto, y así lo han hecho. No te pierdas el desfile de celebrities en el Hôtel Salomon de Rothschild, con motivo del lanzamiento de la colección de Roitfeld para MAC

Pocas cosas le quedan ya por hacer a la versátil Carine Roitfeld, que ahora se lanza al mundo del maquillaje de la mano de MAC. Su característico look rockero, ha sido plasmado en una colección que revoluciona el concepto smokey eye.

Y para celebrar este lanzamiento, Carine se ha rodeado de su extensa lista de amigos, desde Natalia Vodianova o Anna dello Russo, pasando por Kanye West, Poppy Delevigne o Peter Dundas. Están todos en nuestra fotogalería.

Jean Paul Gaultier, de la calle a las estrellas

¡Todos le adoran! Mientras la exposición itinerante que rinde homenaje a su obra llega a Madrid -Fundación Mapfre, hasta el 6 de enero- recordamos los secretos que sus amigos y familiares nos contaron sobre él

Aquel desfile en el Palais de la Découverte! Fue en 1976, pero lo recuerdo como si fuese hoy. Jean Paul no tenía mucho dinero pero ya había tomado la decisión: iba a hacer su primer desfile, se lanzaba. Así que sus primeros fans nos pusimos a trabajar para ayudarle y que todo saliese bien. Mi tío, o sea, su padre, en la parte contable y como mensajero. Su madre, la mía, mi prima y yo misma bordando, con los accesorios, el croché… Su padrino se encargaba de los paquetes y sus amigas, las más guapas, desfilaron como modelos. Todos pusimos el alma y el corazón. Fue muy divertido”, me cuenta Évelyne Gaultier, prima-hermana del creador, colaboradora de la firma en la actualidad y una de las personas que mejor le conocen.


Hoy, 35 años después de aquel primer desfile, una exposición itinerante que comienzó en Montreal y ha recalado en ciudades como Dallas y San Francisco, llega a Madrid -Fundación Mapfre, donde se exhibirá hasta el 6 de enero- para homenajear a este creador atípico y entrañable.


“Las mujeres adoran a Jean Paul por su humildad y generosidad. Porque él nos ama sin importar quiénes somos ni lo gordas o delgadas que estamos”, me explica Aïtize Hanson, una de las primeras modelos del diseñador y una de sus mejores amigas. “Conocí a Jean Paul no sé si en 1970 o en 1971 a través de una amiga que teníamos en común, Anna Leger. Ella me decía siempre: ‘Tengo un amigo muy simpático y divertido que habla incluso más que tú’. Así que cuando finalmente le conocí nos entendimos muy bien, fue fantástico. Y era verdad, hablaba tanto como yo”, bromea Aïtize.


De origen humilde y sin estudios –“Nunca ha negado sus orígenes. Jean Paul nació en un suburbio de París y siempre ha defendido en sus colecciones la mezcla de razas y culturas. Por eso el público le quiere tanto”, me cuenta Aïtize–, Gaultier se ha ganado a pulso la posición que ocupa a día de hoy en el intrincado mundo de la moda. “Cuando éramos pequeños, tendríamos alrededor de 11 años, íbamos todos los veranos a la casa de nuestra tía-abuela. Él se pasaba el día dibujando vestidos. Aquello no era muy normal para un chico de su edad. Pintaba todos los materiales y telas. ¡Hasta los complementos! Eran como mini colecciones con prendas tanto para el día como para por la noche”, relata Évelyne. “Siempre supe que trabajaría en moda pero no que llegaría a ser quien es hoy. Recuerdo cuando nos contó que había enviado sus dibujos a las grandes casas de costura.


Tuvo muchas respuestas positivas”, recuerda Évelyne. De todas las ofertas que recibió por aquel entonces, Gaultier se decantó por la de Pierre Cardin: “Jean Paul lo adoraba. ¿Te cuento una anécdota muy graciosa? Era septiembre de 1970 y él tenía 18 años. Íbamos de viaje a Marruecos para ir al Club Med y aquella era la primera vez que cogíamos un avión. Toda una aventura. Él trabajaba para Pierre Cardin por aquel entonces, y con su primer sueldo se había comprado un traje Cosmos Corps, inspirado en los atuendos de los cosmonautas, del cual se sentía muy orgulloso. Decidió estrenarlo en el viaje en avión. El resto del pasaje no entendió muy bien aquel atuendo vanguardista de Jean Paul. Lo miraban raro y se reían mientras lo señalaban... Él se puso totalmente rojo y guardó la parte de arriba en su maleta. Se quedó solo con el pantalón y sin nada cubriéndole la parte superior de su cuerpo. No volvió a ponérselo en todo el viaje y me atrevo a decir que nunca más en su vida. Ni siquiera en París...". Algunos años más trabajando bajo las órdenes del legendario costurero y voilà!, su primera colección de prêt-à-porter en 1976, la primera de Alta Costura en 1997 y la dirección creativa de Hermès en 2003.