Es casi una tradición. Viajar a Londres en Navidad, o durante las semanas previas, y apostarse frente a la icónica tienda que Jo Malone tiene en Sloane Street, capaz de congregar a sus puertas multitudinarias filas de gente (esas que, en parte, empujaron a Leonard Lauder a comprar la marca) en busca del regalo perfecto. Regalo que el equipo de Jo Malone se encarga de presentar tan delicadamente con su eterno sabor british que nos hace dudar si al homenajeado en cuestión le va a gustar más la fragancia o la caja en color crema rematada con una cinta negra que Debbie Wild, mano derecha de la mismísima Jo Malone, compara con “una caja de diamantes”. Al fin y al cabo el arte de regalar es uno de sus pilares fundamentales.
Ahora, y aunque no pretendemos que las fieles de Jo Malone prescindan de este ritual –podía llegar a ser la excusa perfecta para pasar un fin de semana en Londres– tenemos buenas noticias. Porque Jo Malone ya ha abierto su primera tienda en nuestro país (¡qué mejor momento!), en la madrileña calle Lagasca, puerta con puerta con el primer Bobbi Brown Studio de España, otro signo evidente de que la cosmética nos gusta. Y mucho.
Se trata de un espacio que recrea la estética de la firma (ahora asesorada por Charlotte Stockdale, amiga de Karl Lagarfeld, estilista ocasional de tops como Lara Stone y recientemente fichada como directora de estilo de Jo Malone) con ese sabor a medio camino entre el clasicismo inglés y el estilo moderno. Porque, al fin y al cabo, es este estilo el que define la historia de esta marca –por cuyos aromas sienten devoción, entre otras, Sienna Miller–, que empezó en un pequeño espacio de Londres cuando Jo citaba a sus clientas para realizar tratamientos faciales y les regalaba un bote de aceite de baño de nuez moscada y jengibre que ella misma realizaba en la cocina de su casa. A partir de ahí, con permiso de los faciales, empezó el efecto dominó que hizo que se corriera la voz y que sus clientas encargaran frascos y frascos de ese aceite handmade.
La primera boutique de la firma en España congrega todos sus aromas, desde las creaciones como Blackberry & Bay hasta clásicos iconos como Lime Basil & Mandarin, sin olvidarnos de su Tasting Bar, una especie de barra de café en el que te invitan a oler lociones batidas y a disfrutar de un masaje de manos y brazos para poder encontrar la fragancia que más te va. Sin duda, otra dirección digna de apuntar en nuestra ruta secreta de shopping.
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