Casanis es ya el bistrot de referencia en Madrid, por su inconfundible interpretación de la cocina francesa, su decoración rompedora y su ambiente romántico y divertido. Su creador, Guy Sirre, aplica la filosofía de “cocina francesa con raíces belgas influenciada por la gastronomía del Sur”. Una mezcla perfecta
Si tomamos recetas tradicionales de Bélgica, preparadas con las mejores materias primas del mercado y les añadimos toda la esencia de los bistrot parisinos del S.XIX, en una romántica parrilla aderezada con pinturas de Aldo Gigli y música del parisino Hotel Costes, el resultado sólo puede ser Casanis.
Tras una década de éxito en Marbella, el restaurante Casanis abrió sus puertas hace un año en el Barrio de Las Letras de Madrid, consolidándose como el referente de la tendencia bistronomic: alta gastronomía francesa en una versión más creativa, fresca y ligera.
Casanis fue ideado como "un restaurante sin límites para el cliente ni fronteras en su cocina" por Guy Sirre, un belga de nacimiento que se declara "ciudadano del mundo" y que, tras vivir en ciudades como San Francisco o las Islas Vírgenes, llegó a Marbella. Su particular filosofía de bistrot se plasma en su "cocina francesa con raíces belgas influenciada por la gastronomía del Sur" y es cocinada con total maestría por Fabián, un joven chef argentino que comenzó en Casanis con sólo 19 años, y que tras formarse en ciudades como Nueva York o Sidney, ahora toma las riendas del local madrileño.
¿Sus especialidades? Las ostras, los caracoles, el foie mi cuit, los quesos y la tarta tatín son imprescindibles. Pero, entre platos franceses hay también cabida para los pescados de la costa: atún de Barbate o sopa de pescado de roca, se sirven como en Marsella , con queso emmenthal, croutons y alioli. Guy tampoco olvida sus raíces introduciendo platos como el tartar de buey servido como manda la tradición en Bélgica: con deliciosas patatas fritas y mayonesa. La carne hace también su entrada estelar, con chuleta de ternera de Ávila o pluma de cerdo ibérico, Y finalmente, nada mejor para acompañar que su carta de vinos blancos, tintos y champagnes escueta pero selecta.
Así que, si pasas por Ventura de la Vega, 9, no deberías dejar de entrar. Aunque te va a resultar muy difícil no adentrarte en este lugar tan especial, pues su llamativa fachada va a despertar tus ganas... y sólo es una pequeña muestra de lo que se cuece dentro.
Tras una década de éxito en Marbella, el restaurante Casanis abrió sus puertas hace un año en el Barrio de Las Letras de Madrid, consolidándose como el referente de la tendencia bistronomic: alta gastronomía francesa en una versión más creativa, fresca y ligera.
Casanis fue ideado como "un restaurante sin límites para el cliente ni fronteras en su cocina" por Guy Sirre, un belga de nacimiento que se declara "ciudadano del mundo" y que, tras vivir en ciudades como San Francisco o las Islas Vírgenes, llegó a Marbella. Su particular filosofía de bistrot se plasma en su "cocina francesa con raíces belgas influenciada por la gastronomía del Sur" y es cocinada con total maestría por Fabián, un joven chef argentino que comenzó en Casanis con sólo 19 años, y que tras formarse en ciudades como Nueva York o Sidney, ahora toma las riendas del local madrileño.
¿Sus especialidades? Las ostras, los caracoles, el foie mi cuit, los quesos y la tarta tatín son imprescindibles. Pero, entre platos franceses hay también cabida para los pescados de la costa: atún de Barbate o sopa de pescado de roca, se sirven como en Marsella , con queso emmenthal, croutons y alioli. Guy tampoco olvida sus raíces introduciendo platos como el tartar de buey servido como manda la tradición en Bélgica: con deliciosas patatas fritas y mayonesa. La carne hace también su entrada estelar, con chuleta de ternera de Ávila o pluma de cerdo ibérico, Y finalmente, nada mejor para acompañar que su carta de vinos blancos, tintos y champagnes escueta pero selecta.
Así que, si pasas por Ventura de la Vega, 9, no deberías dejar de entrar. Aunque te va a resultar muy difícil no adentrarte en este lugar tan especial, pues su llamativa fachada va a despertar tus ganas... y sólo es una pequeña muestra de lo que se cuece dentro.
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