http://www.drjohnnydelcastillo.com/Nosotros.html

lunes, 1 de octubre de 2012

Balmain P//V 2013

En su tercera colección para la firma, Olivier Rousteing emprende un viaje a los 80 para rescatar las hombreras. Exageradas al extremo, desfiguran la silueta femenina que se estrecha en las piernas por obra y gracia de pantalones rectos o pitillo nacidos en la cintura. Un juego de formas que gana en esbeltez gracias a los estampados en damero, las rayas verticales y los diseños arquitectónicos. Los minivestidos y las prendas caladas o rotas -a medio camino entre la cestería y el punto abierto del croché- sirven de guiño al ADN de la 'maison' que el diseñador no hace sino homenajear.
 Balmain rescata el estilo de los ochenta: hombreras, cinturas marcadas, cuero negro y un guiño muy especial al cannage, que convierte los vestidos en verdaderas piezas escultóricas. Así es Balmain


Los ochenta han vuelto a la vida, más poderosos que nunca, en el desfile de Balmain. Sus siluetas triangulares, de hombros voluminosos y cinturas entalladas se llevan al extremo, combinados con tops estilo bandeau. Los minivestido sugieren ese aire sexy que esperamos de la firma, adornados con motivos barrocos, mientras que los trajes presentan estampados de rombos y rayas, en blanco, negro y amarillo.


 Sin embargo, el aspecto más inesperado del desfile ha surgido con la aplicación del cannage de las sillas a modo de calado en vestidos, chaquetas, tops y pantalones. De hecho, las sillas de mimbre se han convertido en vestidos, como si se hubieran deconstruido para transformarse en tela, en color blanco, dorado y beige. Son auténticas esculturas. La textura que ha surgido de estos diseños está llena de ricos matices, dando empaque y tridimensionalidad a estas salidas -y más aún cuando se combinan con chaquetas de cuero negro-. Por último, el denim en su tonalidad más oscura ha completado esta colección de tejidos.


Altísimos tacones y botines peep toe -que incorporan el mismo cannage de los vestidos-, cinturones de cuero con aplicaciones metálicas, hombreras y grandes aros a modo de pendientes... este es el imaginario ochentero de Balmain.

No hay comentarios:

Publicar un comentario